La Huella del Oso
La historia de un grupo de 12 osos andinos que intentan sobrevivir en los mismos bosques en los que nace el agua que toman la mayoría de los bogotanos. Cuando la encontró ya estaba muerta. No tuvo que atar muchos cabos. Con un simple vistazo a la escena confirmó sus sospechas. En la inmensidad de ese páramo sólo un animal podía haberla matado. Su único rival le había ganado una vez la pelea: el oso de anteojos. Para Jaime Beltrán, como para la mayoría de campesinos de Junín, Guasca, San Juanito y Gachetá municipios aledaños a la zona del sistema de páramos de Chingaza donde nace el agua para siete millones de bogotanos una vaca menos es un duro golpe para la economía familiar. Una vaca menos son siete litros de leche que deja de vender al día. Todos saben que llevar a pastar las vacas a esas alturas es riesgoso. Ese terreno de frailejones es también el del oso de anteojos. Pero o corren ese riesgo o las vacas se ponen flacas, porque en los potreros montaña ...